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La navidad es una época maravillosa para disfrutar con la familia y amigos, pero de la misma manera la pauta de felicidad, celebración, regalos y reunión obligada entre comillas puede ser un foco de ansiedad. De ahí que muchas personas odien la navidad o sientan ansiedad solo de pensar todo el trajín que se les viene encima. ¿A ti te pasa? Hoy os vamos a explicar como el mindfulness es una de las maneras para sobrellevar la vorágine de las fiestas y vivirlas mejor.

Situaciones de estrés durante las fiestas: reconocer y aceptar qué te agobia de la Navidad

La Navidad es regalar y celebrar. Entonces, ¿por qué tanta gente huye de ella? Los convencionalismos forzados generan situaciones incómodas y la organización de eventos puede ser terriblemente estresante. En varios campos de nuestra vida puede aparecer el estrés derivado de ello, en el trabajo y la familia especialmente.

En el área de la familia (o amigos) se dan ciertas problemáticas muy comunes, por un lado, por las relaciones afectivas ‘conflictivas’ y, por otro, por el desembolso económico.

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Ver a familia con la que no tienes buena relación, que es pequeña, con ausencias o perdidas recientes puede ser una fuente de tristeza o melancolía. Este sentimiento puede maximizarse si existen problemas de salud, de dependencia o ansiedad en algún miembro de la familia.

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En el trabajo podemos tener una carga de trabajo mayorque genere el estrés, una circunstancia que se da en muchos sectores en estos días (comercio, restauración, ocio) y que no se puede evitar. También es posible que nos veamos obligados a celebrar y relacionarnos más con los compañeros de trabajo, lo que no tiene porque ser placentero.

Estas son algunas de las situaciones que desembocan en lo desagradable: no pasa nada. Lo que sentimos está ahí, lo primero es aceptarlo. Pero, vistoen una perspectiva amplia, no todo es incómodo o, al menos, podemos vivirlo de manera no ansiosa.

NO NIEGUES LO QUE NO TE GUSTA, LO INCÓMODO Y NO HUYAS DE ELLO. NO CONFUNDAS ESTO CON FORZARTE A HACER COSAS QUE NO TIENEN SENTIDO PARA TI.

Mindfulness reduce el estrés potenciando las habilidades de la atención, la compasión y la amabilidad.

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La idea de vivir el aquí y ahora del mindfulness nos ayuda a resistir a los agobios y aprovechar el momento. Aplica la compasión y la amabilidad.

El problema es que no afrontas lo que te genera estrés, sino que te resignas a aceptar. Esto supone reaccionar sufriendo más aún porque no eres capaz de sacar nada más del momento: no hay alternativas, ni  lado bueno, sólo la visión de túnel de lo destructivo.

Las navidades son días que puedes aprovechar para expresar tu afecto a tus seres queridos. No obstante, son días normales, ni más ni menos, que puedes decidir como vivir.

Compasión

La compasión se entiende como una manera de ser indulgente y comprensivo, porque todo tiene un lado bueno y malo, y lo que es más si sopesamos nunca ‘es para tanto’. No tiene nada que ver con sentir lastima o pena, sino aceptar los errores y no fustigarse con ello. Y lo mismo para los demás.

De esa manera frente al sufrimiento propio o cercano, la actitud no es de crítica, juicio o huída sino de ayuda y cariño, de tolerancia: los fallos, el dolor, es un elemento común a todas las personas y es inevitable.

 Abraza el sufrimiento aceptando que está ahí. No seas duro contigo, ni con los demás. Sé empático e interactivo y perdona lo malo.Vivir con atención plena es ser capaz de observar sin juicios y culpas.

Amabilidad

Si practicamos la compasión y autocompasión podremos ser amables.

Esto significa también abrir el ángulo de visión y ser menos exigente. Quererte y querer lo bueno de lo demás,  incluso aunque haya cosas desagradables.

Ser amable te permite a relacionarte con los familiares difíciles, clientes o incluso disfrutar de los detalles y tareas sin buscar la perfección o consumir de manera compulsiva.

Nos ayuda también a saborear la comida, a valorar los regalos o hacer regalos más basados en los afectos que en el objeto en sí.

La forma de vivir la Navidad con atención plena: cómo lo hago para ser más feliz ya

 

Una vez que conoces estos dos pilares mindfulness, puedes ver como se aplican en todos esos temidos momentos festivos que se aproximan. Te prometo que si aplicas alguno de estos consejos tu Navidad será un poquito más llevadera.

  • La época navideña: ¿estás seguro de que odias tanto la Navidad?

Abre los ojos

Si observas encontrarás incluso en la estampa multitudinaria algo que te agrade. Luces, miradas, hogares, incluso tu tarea bien hecha, que a veces no te detienes a ver.

Busca el bienestar

Pon a tus cinco sentido a recopilar sensaciones del momento en el que estés. Aunque haya algo ‘molesto’ para ti cuanta más atención prestes a las sensaciones, más cosas nuevas descubrirás para ser feliz.

Ejercicio: Al menos una vez al día busca algo que te guste del momento en el que estás o que sea accesible a ti y foméntalo.  Puede ser cualquier cosa.

Fomenta la calma y el buen rollo y SE PRÁCTICO.

No te vamos a decir que huyas de las situaciones de ansiedad, pero desde luego puedes evitar lo que no te gusta si no se tratan de conductas limitantes en tu vida.

  • No vayas a sitios con aglomeraciones de gente
  • Organiza tus compras y no lo dejes a última hora: decide antes de salir que puedes o debes comprar o compra online. Haz una lista y cíñete lo máximo posible.
  • No sigas las normas: haz la cena o la reunión que te de la gana, vístete como quieras, regala con auténtico sentimiento y gasta lo que puedas. Celebra sólo si te apetece.
  • La familia: halla lo que os une

Escucha atenta

Ofrece compasión y confort. A los demás les encanta ser escuchados. SI escuchas de verdad, verás cosas que no habías visto en tu interlocutor o, al menos, habrás ofrecido tu apoyo a otro. La dinámica siempre fluirá mejor.

Con cualquier persona es así. Es mejor escuchar a una persona difícil que contestarla igual. Ésta tiene un dolor. Se compasivo.  Si decides reaccionar automáticamente ese dolor te agredirá a ti también.

Acepta emociones sin juzgarlas.

Puede que no os llevéis muy bien, que estéis tristes, que echéis de menos a alguien. No opongas resistencia. Busca puntos en común y no te adentres en la polémica.

Escucha y prueba a vivir los detalles buenos.

Emplea la calma para observar de verdad, conocer y conocerte para ser feliz en las pequeñas cosas.

No pasa nada por estar triste. Deja que fluya y usa este momento para ser compasivo y amable. Sé afectuoso con los tuyos en el dolor.

Cena y regalos. Prepara con consciencia y responsabilidad.

Cocina sin pasarte de cantidad o gasto. No todo lo rico es caro y no tienes porque hacer tanta comida. Disfruta del proceso y saborea después.

Intenta informarte para regalar algo que guste, no tiene porque ser caro. No pasa nada si es algo DIY o si das dinero. Algo caro o sin sentido también puede coger polvo en un armario.

Tampoco teolvides que ese regalo no  tiene por qué ser material, sino que puede ser una reunión, un favor, una promesa, incluso un perdón, una llamada.Haz algo amable por esa persona especial.

Mindfulness puede ser tu mejor regalo.

  • Trabajo: menos villancicos y más orden y paciencia

El aumento de trabajo es inevitable. Lo mejor sería que hayas previsto con antelación este hecho y hayas adelantado trabajo. No obstante, algunas ayudas de organización son muy eficaces.

Un escritorio ordenado y una lista de tareas con lo urgente y después lo importante, puede ser algo sencillo que eliminará lo superfluo. Revisar esto a ultima hora del día y los primeros minutos de la jornada te ahorra mucho trabajo.

 La atención en las labores es fundamental. Foco en el presente. Simplifica tu espacio:

– elimina distracciones y objetos,

– móvil fuera de la vista  (y uso compulsivo)

– y mantén el correo controlado por un espacio diario en tu agenda

– Trabaja centrado al máximo, pero date descansos cada hora. Eso si pasado los minutos, vuelve al foco.  Aprovecha para estirar tu cuerpo.

Haz lo que puedas y no te pidas la perfección, se amable y compasivo contigo mismo. Valora tu esfuerzo

Por último, socializar con los compañeros está bien, pero sólo si te apetece: las cenas de Navidad pueden arruinar tu bolsillo y ser un incordio. Si no quieres ir, no vayas o ve lo justo. Es mejor que mejores la amabilidad con tus colegas en el día a día a que te desgastes con ellos.

Ejercicio: para mejorar tu ambiente de trabajo no tienes por qué ir de fiesta, simplemente interésate por los demás. Ayuda y escucha, pregunta por la familia. Intenta hacer algo amable por tus colegas.

Recordatorio final

  • Aplica la amabilidad en tus relaciones personales.
  • Respira y organiza en el trabajo.
  • No plantees expectativas: no te esfuerces en crear una cena complicada o hacer unos regalos increíbles, ni siquiera fuerces la carcajada o fiesta. Crea un espacio cómodo para todos, tranquilo y sereno.
  • Haz el esfuerzo de encontrar algo bueno de cada situación.

Tienes un pico de estrés: Relee

Cuéntame si te ha servido este artículo y cómo vives la ansiedad de estos días.

Si necesitas ayuda, puedes hablar conmigo aquí y juntos caminaremos a tu bienestar.